Asociación DIA imparte en la Escuela Nacional de Protección Civil una formación que busca capacitar al personal especializado en alguna actuación en emergencias.
Formación específica en actuación en emergencias
¿Te has dado cuenta la cantidad de barreras arquitectónicas que hay para personas con discapacidad? ¿Has pensado por un instante que tú mismo puedes ser un freno para ellos? Alrededor de una treintena de personas han acudido a una formación denominada Actuación en Emergencias con personas con discapacidad. La necesaria intervención en situaciones de urgencia ligada a la actuación de equipos especializados ha llevado a Asociación DIA a impartir una nueva edición del Curso “Actuación en emergencias con personas con discapacidad” en la Escuela Nacional de Protección Civil.
El curso, celebrado ayer 26 de septiembre, ofreció una formación específica sobre cómo actuar en situaciones de riesgo grave con personas con diversidad funcional.
Óscar Pino, responsable del departamento de Asistencia psicológica de Asociación DIA, mediante vídeos, teoría con casos prácticos y vídeos formativos comenzaba el curso al que acudieron profesionales pertenecientes a distintos cuerpos. Comenzaba Pino explicando que todos independientemente de nuestra realidad tenemos derecho a ser asistidos en casos de emergencias de manera correcta y en el caso de las personas con discapacidad había que contar con sus características especiales y sus necesidades. Reconocía que hay tantas discapacidades como personas discapacitadas pero que de alguna manera había que clasificarlas. Tras un repaso por ellas señalaba concienzudamente que es fundamental tratar a las personas con normalidad, superando los nervios, evitando nuestras propias crisis para así lograr transmitir la calma y seguridad.
Trabajando por la inclusión social
Entre los vídeos que mostraba el psicólogo Pino a los asistentes, uno de ellos reclamaba la inclusión pero no únicamente en una ciudad o en los edificios. La inclusión comienza por nosotros mismos; una idea en la que gran parte del alumnado indicaba que hay mucho camino por recorrer y en el que trabajar. Desde los colegios, normalizando experiencias con niños y niñas con discapacidad con aquellos que no la tienen podría ser una manera para dar un paso más.
Cuántos de nosotros no hemos sabido cómo actuar al estar al lado de una persona con discapacidad visual y con la intención de ayudar directamente le hemos dado nuestro brazo y nos hemos lanzado al paso de peatones y le hemos cruzado sin tan si quiera preguntarle. El psicólogo Óscar Pino insiste en preguntar y tratar con el mismo respeto a todas las personas sin necesidad de marcar las diferencias. El curso también hizo un repaso por la protocolo PAS (Proteger, Avisar y Socorrer) ante cualquier situación de emergencia, y muy especialmente en mantener la calma, hacer llegar mensajes claros y concisos con escucha activa en todo momento.
De la teoría a la práctica
Como en años anteriores, la formación contaba con una parte meramente práctica para los asistentes. Mediante bastones blancos (los que usan las personas con discapacidad visual) y antifaces empatizaban con las personas con discapacidad visual y los obstáculos diarios a los que se enfrentan. Salvarlos agudizando los sentidos, especialmente el oído y el tacto, mantener la calma fue un ejercicio de lo más clarividente. Bajar las escaleras de la propia escuela resultaba una misión casi imposible al igual que no dar al compañero de al lado al querer pasar por el arco de seguridad.
La práctica no se quedó ahí, los asistentes pudieron vivir en propia piel las distintas barreras que salvan cada día las personas con movilidad reducida. El simple hecho de salvar un badén, poder entrar a un aseo o la simpleza de pulsar el botón del ascensor se convierte en actividades complejas una vez en silla de ruedas.
Con la experiencia de Francisco Canes, Presidente de Asociación DIA y de Fundtrafic, los asistentes a la formación lograron aplicar técnicas para facilitar el desalojo de personas con discapacidad motora, como la inclinación de la silla para salvar acequias, bajada y subida de escaleras o la distribución de la gente a la hora de mover a una persona con movilidad reducida en una evacuación. Estos casos prácticos son el ejemplo más evidente para localizar las barreras actuales. Con la formación se ha logrado empatizar, tranquilizar y proteger a la persona con discapacidad siempre subrayando la normalización.